Thursday, May 13, 2010

Ken Griffey No Fue Roberto Clemente

En el 2005 el béisbol de las Grandes Ligas develó para la historia su Equipo de las Leyendas Latinas.

Ese año en conjunto con el auspicio de una empresa automotriz los seguidores del deporte del guante y el bate tuvieron la oportunidad de seleccionar a traves del internet ocho jugadores de posición, tres lanzadores abridores y un relevista que conformarian lo que se reconoció como el “Major League Latin Legends Team”.

Los ganadores fueron anunciados y presentados en una ceremonia antes del cuarto partido de la Serie Mundial de esa campaña en el hogar de los Astros de Houston.

Durante la ocasión practicamente nadie comentó ni habló que ese llamado equipo habia sido instituido dado una controversia creada años antes.

En 1999 en una ceremonia antes del segundo partido de la Serie Mundial de esa temporada en la casa de los Bravos de Atlanta se presentó lo que se le llamó el “Major League All-Century Team”.

El béisbol mayor junto a la misma empresa de automoviles le dieron la oportunidad a los fanaticos a escoger lo que seria denominado el Equipo del Siglo.

Por el particular se formó tremendo revuelo entre la comunidad latinoamericana a causa de la exclusión del puertorriqueño Roberto Clemente.

Muchos entendidos del deporte incluyendo norteaméricanos entendian que Clemente ademas de su gran resumé en las mayores debió haber sido el representante de todos los latinos en tan prestigioso conjunto de nombres de todos los tiempos.

El repelo picó y se extendió cuando en la selección del conjunto fue escogido en aquel entonces el joven Ken Griffey Jr.

“El Junior” o “The Kid” como era mejor conocido en aquel entonces era el jugador más popular en toda la gran carpa.

Es muy cierto no se le pueden quitar todos los logros númericos, honores y reconocimientos alcanzados desde su debut y a lo largo de toda la decada de los 90’ hasta aquel gran momento en 1999 pero en aquel entonces algunos criticos entendian que estar en un equipo del siglo deberia haber sido como alguien en el salón de la fama como Clemente o por ejemplo un Reggie Jackson.

Por esas cosas de la vida el que hasta ese momento era un diez veces Todo Estrella y Jugador Más Valioso de 1997 de la Liga Americana despues de tan gran reconocimiento ciertamente desde su partida de Seattle a las huestes de los Rojos de Cincinnati ciertamente no fue el mismo pelotero ni sus grandes números, excepto en la temporada del 2005, no se volvieron a repetir en su trayectoria.

Su carrera simplemente fue cuesta abajo.

Al escribir estas lineas el veterano de 22 campañas está practicamente al borde de su carrera con bateo de .200 de promedio, sín jonrones y solo 5 carreras impulsadas.

No vamos a entrar en la controversia de sí se quedó dormido o no en el camerino el pasado sábado en un partido según reportado por un escritor del Tacoma News Tribune pero en estos momentos bien luce su carrera esta casí a su fín.

Una gran cantidad de columnistas que han escrito del tema todos entienden que es hora reconozca es tiempo de colgar su guante.

Hasta varios escritores del area de Seattle han sugerido que seria buen momento de hacer su retiro público cuando sus Marineros regresen el próximo 19 de mayo al Safeco Field despues de una larga gira fuera de casa.

Por cierto, si esta fuese su decisión no seria el primero en retirarse a principios de una campaña.

Bien recordamos cuando el hoy miembro del salón de la fama Mike Schmidt decidió anunciar su retiro dado un pobre comienzo con el madero en el mes de abril en 1989 en el uniforme de los Phillies de Philadelphia.

Griffey muy posiblemente por sus números ofensivos será algún día un miembro de Cooperstown pero definitivamente no puede escribirse que fue ni un jugador premier de la pasada década y ni tampoco uno que deba pasar a la historia como uno de los grandes del siglo veinte.

Con todo el amor que le tienen a Seattle con todos mis respetos más señor Marinero lo fue

Edgar Martínez. Hombre del siglo lo fue Roberto Clemente.

Por su propio legado este es el momento de Griffey de decir adios. El tiempo dirá.

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