Cuando Don Mattingly llegó al conjunto grande de los Yankees de Nueva York entre tantos grandes nombres de la época dirigido por Yogi Berra se encontraba en ese lineup un Jugador Más Valioso llamado Don Baylor. En esta columna no puedo repuntar si fue uno de sus mentores o no pero en estos momentos quien diría que ambos están unidos en la historia del béisbol. No solo de los Yankees sino Puerto Rico.
Don Baylor, quien falleció este pasado Lunes de cancer, años atrás en Miami nos chachareo cálido y cordial de sus temporadas en la Isla del Encanto con los Cangrejeros de Santurce. En aquel entonces en nuestra charla era el manda más de los Rockies de Colorado. Hoy en la misma ciudad del Sur de la Florida quien fuese su compañero de equipo en el Bronx por dos campañas, en 1984 y 1985, es el Dirigente de los Marlins de Miami. La única diferencia es que su afecto y quereres al escuchar Mattingly su nombre como sinónimo de Caguas.
Mucho antes que se supiera de “Donnie Ball” en el Bronx ya en el Valle del Turabo los asiduos de los Criollos conocían un joven que si no hubiese sido por su problema de espalda hoy estaria en Cooperstown.
Mattingly llegó por vez primera a jugar a Caguas en la campaña 1983-1984 bien gracias a una recomendación de Luis’ Tite’ Arroyo. En aquel entonces, Mattingly nos habló como los Yankees no eran partidarios de enviar en aquel entonces a sus prospectos a las ligas de invierno en el Caribe pero bien la organización necesitaba de una primera base. Esa temporada grandes ligas el veterano Ken Griffey, padre fue defensor de la primera almohadilla y muchos críticos entendían era tiempo de darle la oportunidad en aquel entonces al novel de Indiana.
El propio Billy Martin, quien dirigió los Yankees en 1983, entendía que el único ajuste que tenia que hacer Mattingly era batear contra lanzadores zurdos y en aquel instante la calidad de pitcheo podía verla en Puerto Rico. A palo limpio le cayó a los lanzadores zurdos, fue campeón bate de la liga invernal con .368 de promedio y el resto es historia.
Ahora, porque Don Mattingly y Puerto Rico son sinónimo de buen bate para la crónica de los tiempos. Esa primera campaña completa de 1984, Mattingly fue campeón bate de la Liga Americana convirtiendo en el segundo de haber jugado en la liga invernal e inmediatamente ser líder de bateo de un circuito en las mayores. Esa proeza el primero que la logró fue en 1964 el cubano Tony Oliva que de Arecibo a Minnesota fue el mejor ‘bat’ del circuito americano.
Aprovechamos estos días porque también Mattingly y Baylor tienen varias similitudes. Ambos junto a Roberto Clemente y Willie Mays están en los libros de historia hoy porque son los únicos a estas fechas que han sido campeones bate en la liga invernal de Puerto Rico y a su vez más adelante galardonados como Jugador Más Valioso en las Grandes Ligas.
Un asterisco de esos en los libros de record se le puede dar a Roberto Alomar quien fue campeón bate de la liga boricua en dos ocasiones a mediados de la década de los 90’ con los Senadores de San Juan y a su vez tiene en su resumé Jugador Más Valioso en serie post-temporada de campeonato de la Liga Americana y ‘MVP’ en Juego de Estrellas. También a Tany Pérez quien en el uniforme de Santurce fue campeón bate en la campaña 1966 y un año después en el 67’ fue ‘MVP” en Juego de Estrellas.
Ademas, de Mattingly, Baylor, Clemente, Mays y Oliva otro grande que se une en la enciclopedia del béisbol del exclusivo club de campeones bates en ambos, en el invierno borincano y las mayores, lo es Edgar Martínez.
Muy cierto, los tiempos han cambiado respecto a las ligas invernales pero bien el propio Mattingly nos enfatizó que si un jugador tiene la oportunidad de jugar fuera de temporada de verano para llegar algún día a las Grandes Ligas tiene que aprovechar al máximo la oportunidad y poner su mayor empeño ya que es su presente y futuro. Enhorabuena este último mensaje para todos los latinos que algún día quieren llegar al mejor béisbol del mundo. Que por cierto, el mismo Mattingly nos reiteró nunca se olvida.
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