Cuando les enseño a mis estudiantes de historia siempre el primer día de clases les recalcó una frase muy mía “IF YOU DO NOT UNDERSTAND THE PRESENT. YOU DO NOT KNOW YOUR PAST. LESS THE FUTURE.” Perdonen el ingles pero muy pocos saben que además de cronista de béisbol casi para 30 años en el almanaque lo mío también es machacarle a estudiantes de nivel de secundaria que la historia es parte de la vida misma.
Muy cierto es hoy día con las generaciones jóvenes que ni les interesa saber de lo que pasó ayer y menos de lo que ocurrió en años de la guacara. En el deporte ocurre lo mismo. Mucho escucho cada cosa que le ronca el merequete. Muchos debaten quien debe ser el próximo latino al Salón de la Fama entre otros Iván ‘Pudge’ Rodríguez y Mariano Rivera pero si les pasa por al lado a uno de estos jovenzuelos del presente un Rod Carew o Orlando Cepeda ni tienen la mínima idea tienen que ese es un verdadero hall of famer.
Muchos chacharean sobre el Juego de Estrellas que viene ahora a Cincinnati y lloran por la falta de Miguel Cabrera o Giancarlo Stanton pero muy pocos saben que en un tiempo en las mayores fueron grandes de verdad en estos partidos entre otros los salón de la fama Juan Marichal, Tany Pérez, Roberto Alomar y en un futuro cercano Pedro Martínez.
Eso de ir a museos no está nada in a menos que sea ver una de esas películas ‘Night at the Museum’ pero si vale grandemente en una visita a la ciudad de Pittsburgh un par de horas el Museo Roberto Clemente.
Sea asiduo o no del deporte del guante y el bate; Pirata de Pittsburgh o no este señor de terruño puertorriqueño caló de tal manera el corazón de esta ciudad acerera que bien me atrevo a escribir es una de las salas mejor presentadas de un pelotero en la historia de las Grandes Ligas. El mejor museo visto en mucho tiempo y bien lo comparo bien empalmado como el de Ted Williams que esta localizado hoy dentro del estadio hogar de los Rays de Tampa Bay en el Tropicana Field.
Muy cierto que hay una gran exhibición de los Yankees dentro del Yankee Stadium pero es de la historia de una franquicia y no de un pelotero en especifico.
Sus exhibiciones están muy bien recopiladas e organizadas que van desde su vida personal hasta su vida de pelotero. En dos pisos hay exposiciones separadas de sus días como pelotero en Puerto Rico, en las ligas menores y claro está una recopilación de sus 18 temporadas con los Bucaneros.
Desde mementos personales se pueden encontrar entre otros como bates, bolas, guantes, fotografías, premios y galardones. Cualquiera que reconozca este personaje como uno de los más importante del siglo 20 en el ámbito deportivo y humanista no debe perderse esta exhibición en lo que fue una casa de bomberos en Lawrenceville una localidad dentro de la ciudad de Pittsburgh.
No comments:
Post a Comment