Puede que a muchos asiduos esto de comenzar la temporada 2014 en Australia todavía no le haya entrado mucho en la cabeza y los dos partidos entre los Cascabeles de Arizona y Dodgers de Los Angeles les parezcan a estas alturas de primavera de exhibición pero si alguien no se les vá a olvidar jamas es a los del terruño de los canguros.
En Puerto Rico para el 2001 se conocía béisbol de Grandes Ligas en sus huestes del Estadio Hiram Bithorn por infinidad de partidos de primavera que se habian celebrado en su diamante. Mi memoria vá más allá a la década de los 70’ cuando los Piratas de Pittsburgh jugaban anualmente en San Juan para recaudar fondos para la construcción de una ciudad deportiva que habia siempre soñado el fenecido Roberto Clemente.
Los borincanos anhelaban más con un juego de verdad en su tierra. En 1999 esa realidad se les habia dado a los méxicanos donde se convirtió por primera vez en sede de un juego inaugural de las Grandes Ligas recibiendo a los Rockies de Colorado y Padres de San Diego.
En el 2001 el codiciado partido se dió realidad. Ante casa llena “el Bithorn” con sobre 19 fanaticos los Azulejos de Toronto vencieron 8 carreras por 1 a los Rangers de Texas. Más allá del resultado en el pizarrón era la gran oportunidad de los ‘fans’ ver en su hogar a heroes locales entre otros Carlos Delgado e Iván Rodríguez en real competencia de liga mayor.
El calendario fue justo con Puerto Rico. No se olvide que fue entre el 2003 y 2004 para 43 partidos casa de los desaparecidos Expos de Montreal y más tarde en el tiempo en Junio del 2010 se jugó una serie de partidos regular entre los Mets de Nueva York y Marlins de Florida que eventualmente fue una histórica. Fue en esa que Edwin Rodríguez fue nombrado en propiedad manda más de los Marlins convirtiendose en el primer dirigente boricua en la historia de las Mayores.
Para el 2001 soñó en grande y se logró. Dicen por ahí que Ilusionarse no cuesta nada y porque no para el 2015 pensar quien serán los venideros protagonistas en San Juan. Eso el tiempo nos lo dirá.
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