Roberto Clemente un día como hoy 31 de Diciembre partió en vida hace 42 calendarios atrás en una misión de ayudar a los damnificados de un terremoto en Nicaragua. A estas fechas, no solo en su Puerto Rico sino en América Latina entera es una de esas figuras emblemáticas que muchos conocen y se estudia por el gran ser humano que fue.
En el terreno de béisbol, Clemente con todo sus atributos, honores y reconocimientos por 18 temporadas no fue realmente que se le reconoció como un grande en el norte hasta el 30 de septiembre de 1972 en una tarde fría y nublada en el Estadio Tres Ríos de la Ciudad de Pittsburgh donde el ídolo de la Isla del Encanto conectó su indiscutible número 3,000 en su carrera. Un doble entre el bosque izquierdo y central frente al lanzador Jon Matlack de los Mets de Nueva York.
Por cosas de la vida fue su último imparable en campaña regular en su carrera. Esa temporada conectó solamente cuatro indiscutibles en la Serie de Campeonato de la Liga Nacional frente a los Rojos de Cincinnati. El resto es historia. Clemente le fue retirado su número 21 por la organización de los Piratas; fue exaltado en 1973 al Salón de la Fama y el béisbol organizado entrega anualmente un galardón que lleva su nombre aquel pelotero que se exalta dentro y fuera del terreno de juego.
En estos días observaba a través de artículos del internet como su figura sigue siendo reconocida para estas fechas de cierre del mes de Diciembre en varias ciudades de los Estados Unidos y en Nicaragua. Triste que en su propio Borinquén es de esas figuras patrias que por la razón que sea luce ser olvidada.
Puede que Clemente eso de los homenajes si estuviese vivo quien sabe pero estoy seguro que en cuanto a béisbol estaría afligido viendo las pobres asistencias que siguen hoy día la liga profesional y por más que se hable en la calle del deporte del guante y el bate la realidad es que el interés por Cangrejeros, Criollos, Gigantes, Indios y Senadores es mínimo en especial por la juventud. Más prueba que las asistencias a los estadios no hay nada que discutir.
La temporada de la liga invernal entra en enero en su fase de post-temporada y poco se escucha de deseos de un venidero campeón. Más se oye sobre el futuro de la liga y que pasará con las franquicias de San Juan y Ponce.
Es cierto que esta campaña por vez primera en mucho tiempo puede que se haya visto la venidera cosecha de los futuros grandes liga de Borinquén pero ni siendo la Serie del Caribe 2015 en las huestes del Estadio Hiram Bithorn en San Juan es muy pobre el entusiasmo y frenesí que este evento con lleva en la región.
Más aún que es el 20 aniversario de la serie de 1995 que Puerto Rico se lució con aquel afamado equipo de ensueño que sin duda el propio Clemente hubiese estado orgulloso. Un conjunto que hasta medios de comunicación de los Estados Unidos lo marcaron como uno de los mejores equipos de béisbol del Siglo 20.
No importando como dice el boricua que las cosas están malas, Clemente muy seguramente tendría fe en su terruño porque si alguien vivió tiempos difíciles en vida fue el pero esta de la presente generación borincana volver hacer su persona uno que perdure para la eternidad.
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