No hay quien en el planeta Tierra cuando se chacharea y escribe de la franquicia de los Piratas de Pittsburgh que el primer sinónimo que viene de inmediato a la mente de cualquiera aunque no sepa de béisbol es el nombre de Roberto Clemente.
La historia entre Clemente y la ciudad acerera dentro y fuera del deporte del guante y el bate es una extensa y con el pasar de los tiempos parece ser en ocasiones interminable.
Como todo en la vida hay un principio y en ocasiones hay momentos que pasan por desapercibidos. Más allá de las costas de Puerto Rico un grupo de “fans” en Pittsburgh están llevando el mensaje claro de que hay datos en la historia de esa franquicia que deben cambiar y ser honrados a favor de un boricua.
Hace exactamente 65 años atrás el primero nacido en la Isla del Encanto en vestir la franela de los Piratas lo fue Carlos Bernier. Esa temporada de 1953 fue su única en las Mayores. Todos sus 105 partidos fueron como guardabosques. Algunos asiduos lo recuerdan por su rapidez en las bases demostrado esa campaña llegando sexto en bases robadas y octavo en triples entre líderes en la Liga Nacional.
Precisamente, Bernier puso su huella rápido en el llamado mejor béisbol en Pittsburgh al ser el primer boricua en la historia con tres triples en un partido frente a los Rojos de Cincinnati. Clemente realizó tal hazaña de tres triples en un partido cinco años más tarde también frente a Cincinnati.
Por cierto, para añadir un poco más, Bernier esa temporada se convirtió en el tercer puertorriqueño en la historia en ser llamado guardabosque en las Grandes Ligas. Los primeros dos lo fueron Luis “El Jibaro” Rodríguez Olmo con los Dodgers de Brooklyn (1943) y Luis “Canena” Márquez con los Bravos de Boston (1951).
En pasado párrafo apuntó la palabra algunos porque buena lid está llevando un grupo de investigadores que es hora que se le reconozca a Bernier por un hecho olvidado más que sus números ofensivos. Bernier fue el primer pelotero de la raza negra en jugar para la franquicia de los Piratas. Según la enciclopedia de los Bucaneros, Curt Roberts es el hombre contemplado como el primer negro en jugar para ese conjunto en la historia. Roberts debutó en las mayores en la temporada de 1954 en rol de segunda base.
Según datos obtenidos, intentos anteriores de llevar a “El Cometa” Bernier a su sitial en la historia han sido improductivos. Para el béisbol organizado, en el listado histórico del primer negro por franquicia el único borincano reconocido en sus paginas lo fue en Saturnino “Nino” Escalera en 1954 con los Rojos de Cincinnati.
Tres años más tarde, en 1956 se puede bien transcribir que fue el primero que Clemente demnpezó a comenzar su marca beisbolera. Fue ese su mejor en números ofensivos en la década de los 50’ hasta su año de despunte en 1960. Volviendo atrás en el tiempo ese 1956 hay que resaltar que ese fue un año histórico más allá de Clemente para la historia. Esa campaña fue en la franela Pirata que Luis “Tite” Arroyo obtuvo su primer juego salvado en su carrera.
Fue su primer paso en una carrera de grandes éxitos.. Arroyo, quien lanzó por dos temporadas para los Piratas, más adelante fue el rey de los salvados en 1961 con los Yankees de Nueva York. Arroyo todavía hoy es el único puertorriqueño en ser líder en juegos salvados en el béisbol mayor.
La ´cada de los 60’ y 70’ le pertenece al Pirata mayor Roberto Clemente. En simple resumé se le reconoce como “The Great One” en Pittsburgh en los diamantes con mucho juicio y racionalidad por sus 15 Juegos de Estrellas; 12 Guantes de Oro; 4 títulos de bateo en el circuito nacional y entre tantos honores y reconocimientos por su Jugador Más Valioso en 1966 de la Liga Nacional y “MVP” en 1971 en Serie Mundial.
Clemente se nos fue en 1972 pero otro boricua que hoy entusiastas en Pittsburgh de la década de los 70’ están renaciendo su estrellato porque no es de olvidar es John Candelaria. El “Candy Man” en sus 12 campañas con los Piratas es propietario de grandes momentos de notoriedad en la historia del uniforme oro, negro y blanco Bucanero y consonante con Puerto Rico.
En resumén, Candelaria para los amantes de la historia del béisbol de Borinquén en 1976 fue el primer boricua con un juego “no hit-no run” en las Mayores en partido frente a los Dodgers de Los Angeles. Un año más tarde fue el primer boricua en ganar 20 partidos en las mayores y todavía hoy desde esa misma temporada de 1977 es el único boricua en ser líder en efectividad (2.34) en la Liga Nacional y todo el beisbol mayor.
En 1979 fue una de las cartas triunfantes del campeonato mundial en 1979 de los Piratas y fue el primer boricua en obtener un triunfo en Clásico de Octubre desde 1954 cuando Rubén Gómez fue el primero en ganar uno de Serie Mundial con los Gigantes de San Francisco.
Mucho más se pudiese transcribir de los puertorriqueños con los Piratas de Pittsburgh. Es una franquicia que por donde usted viaje por Puerto Rico se encuentra una gorra con la afamada “P” y como dice una canción popular de hoy que es la tierra donde todos llevamos en la espalda el número 21. Más en esta historia entre Pittsburgh y Puerto Rico eso el tiempo nos lo dirá.
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