Los Marlins de Miami terminaron en su casa esta temporada con una gran victoria y andan con una de las mejores marcas en el mes de Septiembre pero en verdad hay muchas razones para no celebrar esta campaña miamense.
Este columnista fue uno de muchos que creyó en la organización entendiendo que tenían el conjunto para competir en su división y poder ser uno a competir por uno de los dos puestos wild card de la Liga Nacional. Esta es una franquicia que prometía en papel que finalmente podia borrar toda desesperanza que año tras año conseguía construir en sus fans desde que se mudaron al Marlins Park en las huestes del area de Calle 8.
Los Marlins desde su mudanza procedentes del Dolphin Stadium no han conocido 80 victorias y no han jugado para mejor de .500 de promedio en su marca global desde la temporada 2009. Desde esa fecha han tenido un carrousel de dirigentes y un sin número de jugadores que ni siquiera hoy día esteran en la camisola de esa franquicia.
Para esta temporada muchas excusas se pueden dar una vez más sobre Miami pero a fondo este equipo a estas fechas parece ser su único salvador el cubano José Fernández.
El cubano serpentinero si no hubiese sido por su lesión que lo llevó al quirófano a realizarse la afamada operación llamada de Tommy John quien sabe que tan larga de triunfos seria su resumé en estos momentos. Nadie puede olvidar que Fernández fue el Novato del Año de su circuito en el 2013 e iba a paso en el 2014 de posible reconocimiento de Cy Young.
Es de pocos en las mayores que se puede decir llega caliente al parque y el día de su turno llega a ganar. En días pasados se convirtió en el primer lanzador en tiempos modernos en la historia del béisbol mayor en ganar las primeras 17 decisiones en su propio hogar en su carrera.
El dilema es que Fernández no puede solo. Par el 2016 necesita a su lado al menos tres abridores más de calidad que al presente no los tiene la novena de los Marlins. Desafortunadamente nadie puede contar para el año que viene con el venezolano Henderson Alvárez que tuvo que tomar la via de cirugía tras un desgarramiento en su hombro de lanzar a mediados de esta campaña. Por cierto, Alvárez era el único que lucia con mayor destellos de esperanzas en su grupo de lanzadores.
A esto, hay que tomar en cuenta que una vez más la organización tiene que tomar en consideración grandes cambios tan bien en su grupo de relevistas para el proximo año.
En cuanto a la ofensiva de esta campaña solo bien se puede escribir del segunda base Dee Gordon que quien sabe con un empuje termine campeón bate del circuito nacional. Quizas para extender un poco más este escrito las buenas vibras del veterano Martín Pardo y el novel Justin Bour.
Esperamos que en el 2016 José Fernández continue su positivismo pero es bien saber que si no hay cambios en los Marlins de Miami desde su dirección hasta el banco se puede escribir desde este momento que su año previo a ser sede del Juego de Estrellas va ser uno bastante largo. Eso el tiempo nos lo dirá.
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