En una larga carrera en el béisbol mayor uno puede que pierda algo de memoria pero siempre hay momentos que se te quedan en la computadora humana entre otros el debut de los peloteros.
Justamente en este instante mucho se anda escribiendo y hablando del comienzo relámpago del boricua Javier Báez de los Cachorros de Chicago. El jovenzuelo intermedista conectó de cuadrangular en su primer partido en juego que le dió la victoria a su conjunto en entradas extras frente a los Rockies de Colorado.
Ese bambinazo en su primera larga noche en su carrera hizo historia al ser sólo la cuarta vez en las mayores que un jugador conecta uno para darle ventaja o la victoria a su equipo en entradas extras en su debut uniéndose al puñado de nombres de Billy Parker (Angelinos de California, 1971), Kent Hrbek (Gemelos de Minnesota, 1981) y Miguel Cabrera (Marlins de Florida, 2003) en lograr tal hazaña.
Ademas, entre borincanos se convirtió en el noveno de su Isla del Encanto en conectar de cuadrangular en su primer partido en el llamado gran circo pero la gesta no termino ahí. En su segundo y tercer partido sacó dos más para la calle frente a Colorado.
Ciertamente, un gran postín en la ciudad de los vientos que en su lado opuesto el cubano José Abreu con los Medias Blancas va en compás de Jugador Más Valioso y Novato del Año de la Liga Americana.
Es muy cierto que le falta mucho béisbol a Báez pero es de beneplácito ver arrancadas como tal de un pelotero. Además de Abreu, entre otros esta misma campaña gozamos del gran comienzo del dominicano Gregory Polanco de los Piratas de Pittsburgh. El guardabosque quisqueyano arrancó su carrera con una racha de 11 juegos con al menos un hit consecutivo siendo el mejor hilo por un debutante desde el 2005 en las ligas mayores.
Puede que se me pase en la memoria muchos comienzos pero para los asiduos en Borinquén su arranque ha sido a la altura de muchos de sus grandes. En la mia inmediata, para estas líneas, no se me ha olvidado el debut enorme ofensivo en 1987 de Edgar Martínez con los Marineros de Seattle y las dos primeras dos semanas en 1991 de Iván ‘Pudge’ Rodríguez y Bernie Williams, quienes llegaron como unas locomotoras de bateo con los Rangers de Texas y los Yankees de Nueva York respectivamente. También en 1994 otro de no olvidar fue el de Carlos Delgado. El Azulejo de Toronto en aquel entonces abrió en su temporada inicial completa con 8 vuelacercas y 18 carreras remolcadas en sus primeros 14 juegos.
Falta mucha pelota pero en el despertar borinqueño beisbolero las buenas de Javier Báez son muy bien recibidas como también en el lado norte de Chicago que es territorio de los Cachorros que llevan muchos años sin conocer un equipo ganador. Enhorabuena y el tiempo nos dirá.
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