En las últimas cuatro décadas hemos visto en ocasiones varias franquicias titubear con uno de los anhelos de muchos de los seguidores en América Latina del béisbol organizado. Una alineación en un partido de un equipo que sus nueve jugadores iniciales sean todos latinos.
El pasado domingo, los Azulejos de Toronto abrieron con seis dominicanos en su alineación en partido frente a los Medias Rojas de Boston. En el ‘líneup’ del Dirigente John Gibbons abrieron la primera base Edwin Encarnación, el campocorto José Reyes, el bateador designado Juan Francisco y los jardineros José Bautista, Melky Cabrera y Moisés Sierra. Para la bella Quisqueya esto constituyó una marca para sus libros en la historia en el deporte del guante y el bate mayor.
Vale decir, que para algunos pudieran ser siete porque la segunda base lo fue Jonathan Díaz. El jovenzuelo nacido en Miami es de raíces dominicana y boricua aunque en entrevistas con los medios de comunicación ha delineado más hacia su sangre puertorriqueña.
No importando, el sexteto demostró una vez más no solo el poder del plátano sino la consideración que hay hacia el talento latinoamericano.
Ahora bien, serán los Azulejos de Toronto los que conviertan el sueño de nueve en realidad. Sí en el partido frente a los bostonianos hubiese estado detrás del plato el venezolano Dioner Navarro hubiesen sido ocho quedándose por uno corto. El único latino que faltaba era en la tercera base.
Enhorabuena por los Azulejos y nueve serán en algún momento en un tiempo futuro.
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