Espero que me equivoque pero a mi entender ahora si la carrera de Carlos Delgado es historia.
La noticia que el veterano pelotero de 37 años de edad tuvo que recurrir a una segunda operación en días pasados en su cadera derecha no es de nada de buenas noticias.
Nada de mal de ojos. Para todo seguidor del deporte de las bolas y los strikes, en especial en Puerto Rico, la noticia cayó como un bombazo. Así como la de la no elección el pasado mes de enero de Roberto Alomar al Salón de la Fama en Cooperstown.
No importa como usted lo vea Delgado es uno de esos héroes que el público deportivo lo sigue día a día y en la Isla del Encanto muchos andaban pidiendo para que tuviese esta venidera temporada una jornada más en las Grandes Ligas.
Era su campaña de buscar esos 27 jonrones que le faltan para llegar a la marca de 500 cuadrangulares en el gran circo que por lo general pudiese sido su pase al menos para consideración de inmortal en Cooperstown.
Desafortunadamente esa cadera viene dándole lucha desde hace tiempo. Así son las lesiones.
Muchos bien se acordaran inmediatamente que su carrera fue parada el pasado mes de mayo cuando fue sometido por primera vez a una cirugía artroscópica para remover un espolón y reparar un desgarre en el labrum de su cadera derecha Delgado solo pudo jugar en 26 partidos el año pasado en su último de contrato con los Mets de Nueva York.
Si bien somos justos ya esa lesión venia dándole vueltas. Desafortunadamente, así es el cuerpo humano.
Delgado estuvo sentado todo el Clásico Mundial de Béisbol del 2006 en el banco y solamente tuvo un solo turno al bate por similar lesión.
No así por suerte en el pasado Clásico Mundial de Beisbol del 2009 que fue una de las figuras principales de la novena boricua que si no hubiese sido por el encontronazo con Estados Unidos hubiesen llegado hasta las finales.
Por mucho tiempo he seguido la carrera de Delgado desde sus jonronazos con el madero en la liga invernal borincana en el uniforme de la desaparecida franquicia de los Senadores de San Juan y en las mayores desde que le dió aquel bambinazo a Dennis Cook de los Medias Blancas de Chicago que cayó la pelota en una suite al lado del restaurant Hard Rock Café en el aquel entonces conocido el estadio de Toronto como el SkyDome.
La lista de reconocimientos y honores es larga. Dos veces Todo-Estrella; tres veces Bate de Plata; ganador del Premio Hank Aaron en el 2000 y del Premio Roberto Clemente en el 2006 por su labor fuera del terreno de juego.
Seguramente el día que se retire sín duda alguna deberá ser considerado a ser parte del Salón de Excelencia de la Fama de los Azulejos de Toronto y del Salón de la Fama Canadiense de Béisbol por sus grandes proezas cuando vistió la camisa de los Azulejos.
Delgado demostró este pasado invierno en el uniforme de los Gigantes de Carolina en la pelota invernal como se dice en el argot popular que le queda béisbol y no estaba listo como a un punto que mencionó y que dis de retirarse de los diamantes.
Por otro lado esta segunda operación cambia mucho las cosas y ahora al menos hasta el mes de Julio no estará en condiciones optimas de juego.
Vuelvo y digo, espero que se recupere pero a ciertas lo veo difícil. No olvidemos lo que le pasó a Juan “Igor” Gonzalez que terminó su carrera con un solo turno al bate con los Reales de Kansas City.
Indudablemente Delgado es de esas figuras que están en la altura de los Roberto Clemente y superó a los grandes sluggers de Borinquen Orlando “Peruchin” Cepeda e Igor González.
Que pasará con Delgado, el tiempo nos dirá.
La noticia que el veterano pelotero de 37 años de edad tuvo que recurrir a una segunda operación en días pasados en su cadera derecha no es de nada de buenas noticias.
Nada de mal de ojos. Para todo seguidor del deporte de las bolas y los strikes, en especial en Puerto Rico, la noticia cayó como un bombazo. Así como la de la no elección el pasado mes de enero de Roberto Alomar al Salón de la Fama en Cooperstown.
No importa como usted lo vea Delgado es uno de esos héroes que el público deportivo lo sigue día a día y en la Isla del Encanto muchos andaban pidiendo para que tuviese esta venidera temporada una jornada más en las Grandes Ligas.
Era su campaña de buscar esos 27 jonrones que le faltan para llegar a la marca de 500 cuadrangulares en el gran circo que por lo general pudiese sido su pase al menos para consideración de inmortal en Cooperstown.
Desafortunadamente esa cadera viene dándole lucha desde hace tiempo. Así son las lesiones.
Muchos bien se acordaran inmediatamente que su carrera fue parada el pasado mes de mayo cuando fue sometido por primera vez a una cirugía artroscópica para remover un espolón y reparar un desgarre en el labrum de su cadera derecha Delgado solo pudo jugar en 26 partidos el año pasado en su último de contrato con los Mets de Nueva York.
Si bien somos justos ya esa lesión venia dándole vueltas. Desafortunadamente, así es el cuerpo humano.
Delgado estuvo sentado todo el Clásico Mundial de Béisbol del 2006 en el banco y solamente tuvo un solo turno al bate por similar lesión.
No así por suerte en el pasado Clásico Mundial de Beisbol del 2009 que fue una de las figuras principales de la novena boricua que si no hubiese sido por el encontronazo con Estados Unidos hubiesen llegado hasta las finales.
Por mucho tiempo he seguido la carrera de Delgado desde sus jonronazos con el madero en la liga invernal borincana en el uniforme de la desaparecida franquicia de los Senadores de San Juan y en las mayores desde que le dió aquel bambinazo a Dennis Cook de los Medias Blancas de Chicago que cayó la pelota en una suite al lado del restaurant Hard Rock Café en el aquel entonces conocido el estadio de Toronto como el SkyDome.
La lista de reconocimientos y honores es larga. Dos veces Todo-Estrella; tres veces Bate de Plata; ganador del Premio Hank Aaron en el 2000 y del Premio Roberto Clemente en el 2006 por su labor fuera del terreno de juego.
Seguramente el día que se retire sín duda alguna deberá ser considerado a ser parte del Salón de Excelencia de la Fama de los Azulejos de Toronto y del Salón de la Fama Canadiense de Béisbol por sus grandes proezas cuando vistió la camisa de los Azulejos.
Delgado demostró este pasado invierno en el uniforme de los Gigantes de Carolina en la pelota invernal como se dice en el argot popular que le queda béisbol y no estaba listo como a un punto que mencionó y que dis de retirarse de los diamantes.
Por otro lado esta segunda operación cambia mucho las cosas y ahora al menos hasta el mes de Julio no estará en condiciones optimas de juego.
Vuelvo y digo, espero que se recupere pero a ciertas lo veo difícil. No olvidemos lo que le pasó a Juan “Igor” Gonzalez que terminó su carrera con un solo turno al bate con los Reales de Kansas City.
Indudablemente Delgado es de esas figuras que están en la altura de los Roberto Clemente y superó a los grandes sluggers de Borinquen Orlando “Peruchin” Cepeda e Igor González.
Que pasará con Delgado, el tiempo nos dirá.
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